El día 15 de diciembre de 2014 el profesor David Roselló Cerezuela, director de Nexe Cultural y profesor de la asignatura de Instituciones y Políticas Culturales del Máster Universitario en Gestión Cultural de la Universidad Internacional de Catalunya nos concedió la siguiente entrevista en la que nos hablaba de diferentes aspectos relacionados con esta profesión:
Pregunta. Profesor Roselló, usted es licenciado en Biología por la Universidad de Barcelona y pocos años después decidió realizar estudios de Máster en Gestión Cultural en esa misma Universidad, formando parte de la primera promoción de todo el Estado Español dedicada a esta materia. ¿Qué hizo que su formación discurriera por un camino aparentemente tan ajeno a la Biología?
Respuesta. Mi incipiente trayectoria profesional, en paralelo a mi formación como biólogo, ya se estaba conformando en torno a la educación en el tiempo libre, la animación sociocultural y, posteriormente, la gestión cultural. Este fue mi recorrido profesional. De todos modos los estudios de biología me dieron herramientas para gestionar cultura como son el rigor, la metodología, el esfuerzo, el orden, etc.
P. Una vez concluidos sus estudios sobre Gestión Cultural, a finales de los ochenta y principios de los años noventa, y tras una dilatada experiencia como docente y profesional en esta área, ¿cómo valora la evolución de las políticas culturales de nuestro país en estas últimas décadas?
R. En Cataluña, las políticas culturales se han ido consolidando considerablemente tanto a nivel nacional como local. Lo que hace unas décadas era extraño identificar ahora está totalmente normalizado: existen instituciones; profesionales; planes, programas y proyectos; presupuestos, equipamientos, etc. Todavía falta avanzar más en la normalización de las políticas culturales en la sociedad; es necesario que la gente entienda la importancia para nuestro país de dotarnos de una política cultural junto a las políticas educativas, sociales, de territorio, etc.
P. Tras su amplio currículum como profesor universitario en Gestión Cultural, tanto en nuestro país como en distintas universidades extranjeras, y ante el aumento de universitarios interesados por esta disciplina, ¿qué opinión le merece el incremento de enseñanzas de postgrado en Gestión Cultural y la diversidad de sus respectivos planes de estudios en las distintas universidades tanto de Cataluña como del resto del país?
R. Como gestor cultural y como docente invitado he de decir que la amplitud y diversidad de ofertas formativas es un signo de vitalidad y de normalización de la profesión. Es cierto también que con la crisis han cerrado muchas de estas ofertas. Quizás con el tiempo habría que definir mejor los planes de estudios, pero eso ya es trabajo de las instancias formativas institucionales de nuestro país, de la Generalidad (Consejerías de cultura y de educación), y de los interlocutores sociales de la gestión cultural (Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Cataluña y otros).
P. Profesor Roselló, a pesar del incremento en la oferta formativa en Gestión Cultural, constatamos que todavía hoy tanto los museos como las instituciones culturales de nuestro país no contemplan en sus convocatorias de selección de personal para puestos relacionados con la Gestión Cultural, las titulaciones correspondiente de Grado y Máster en esta materia, y en cambio sí ofrecen estas plazas a graduados en Humanidades, Geografía e Historia, o Periodismo y Comunicación. ¿A qué cree que puede responder esta realidad? ¿Quizá se deba a la falta de información de los propios organismos convocantes sobre los contenidos de los actuales planes de estudios de los Grados y Masters en Gestión Cultural que se imparten en las universidades españolas?
R. Todavía hay la sensación de que para trabajar en el sector cultural cualquiera sirve. Desde sectores muy profesionales, pero nada formados en la especificidad de la gestión cultural, hay reticencias a reconocer la formación como un requisito. Yo creo que tienen toda la información sobre la formación pero no acaban de reconocerla.
P. La UIC inició la impartición del Máster de Gestión Cultural en el curso 2001/2002 y desde el año 2005/2006 usted ha formado parte de su claustro de profesores. ¿Qué valoración le merece la evolución de estas enseñanzas después de ocho promociones salidas de sus aulas?
R. La UIC ha hecho un trabajo magnífico de formación de gestores y gestoras culturales tanto de Cataluña como de otras procedencias. No sólo ha formado académicamente a los alumnos sino que los ha insertado en el mundo profesional siempre que ha podido. El curso de la UIC se ha ido adaptando a los cambios de la sociedad, de la profesión y de los propios alumnos.
P. Desde su experiencia como docente y profesional que ejerce en este campo, ¿qué perspectivas de futuro laboral ve para los jóvenes estudiantes de esta promoción que han decidido estudiar el Máster de Gestión Cultural en la UIC? ¿Qué consejos puede darles para su futuro profesional?
R. Ciertamente la situación no es fácil. En todo caso, sugiero que más que buscar trabajo (un puesto de trabajo) presenten propuestas y proyectos a las instituciones públicas, las empresas privadas y también a las organizaciones sin ánimo de lucro. En el dilema de si especializarse o ser generalistas, creo que gana la primera opción: profundizar y ser los mejores en un tema, pero también estar abiertos a temas o áreas contiguas.
P. A la vista de su amplio currículum profesional y de los numerosos cursos de formación impartidos en distintas universidades y organismos en países Latinoamericanos, ¿cree que existe en estos países una mayor sensibilidad por la Gestión Cultural y que son lugares con interesantes perspectivas de futuro laboral para nuestros estudiantes del Máster?
R. Acabo de regresar de Colombia. Creo que en algunos países de América Latina han alcanzado ya niveles de experiencia, conocimientos, políticas y proyectos similares a los europeos y en algunos temas como la aportación de las políticas culturales al desarrollo de la comunidad, su experiencia y trabajo conceptual supera a cualquier otra iniciativa mundial.
P. De su amplia experiencia como gestor cultural, ¿qué proyecto de los realizados le ha proporcionado más satisfacciones?
R. No es un tópico, pero al terminar cada curso, sentir la satisfacción de la gente me hace feliz. Yo disfruto formando y me dejo la piel en cada clase, y por tanto deseo que la gente así lo sienta. Quiero transmitir pasión por nuestro trabajo.
Respuesta. Mi incipiente trayectoria profesional, en paralelo a mi formación como biólogo, ya se estaba conformando en torno a la educación en el tiempo libre, la animación sociocultural y, posteriormente, la gestión cultural. Este fue mi recorrido profesional. De todos modos los estudios de biología me dieron herramientas para gestionar cultura como son el rigor, la metodología, el esfuerzo, el orden, etc.
P. Una vez concluidos sus estudios sobre Gestión Cultural, a finales de los ochenta y principios de los años noventa, y tras una dilatada experiencia como docente y profesional en esta área, ¿cómo valora la evolución de las políticas culturales de nuestro país en estas últimas décadas?
R. En Cataluña, las políticas culturales se han ido consolidando considerablemente tanto a nivel nacional como local. Lo que hace unas décadas era extraño identificar ahora está totalmente normalizado: existen instituciones; profesionales; planes, programas y proyectos; presupuestos, equipamientos, etc. Todavía falta avanzar más en la normalización de las políticas culturales en la sociedad; es necesario que la gente entienda la importancia para nuestro país de dotarnos de una política cultural junto a las políticas educativas, sociales, de territorio, etc.
P. Tras su amplio currículum como profesor universitario en Gestión Cultural, tanto en nuestro país como en distintas universidades extranjeras, y ante el aumento de universitarios interesados por esta disciplina, ¿qué opinión le merece el incremento de enseñanzas de postgrado en Gestión Cultural y la diversidad de sus respectivos planes de estudios en las distintas universidades tanto de Cataluña como del resto del país?
R. Como gestor cultural y como docente invitado he de decir que la amplitud y diversidad de ofertas formativas es un signo de vitalidad y de normalización de la profesión. Es cierto también que con la crisis han cerrado muchas de estas ofertas. Quizás con el tiempo habría que definir mejor los planes de estudios, pero eso ya es trabajo de las instancias formativas institucionales de nuestro país, de la Generalidad (Consejerías de cultura y de educación), y de los interlocutores sociales de la gestión cultural (Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Cataluña y otros).
P. Profesor Roselló, a pesar del incremento en la oferta formativa en Gestión Cultural, constatamos que todavía hoy tanto los museos como las instituciones culturales de nuestro país no contemplan en sus convocatorias de selección de personal para puestos relacionados con la Gestión Cultural, las titulaciones correspondiente de Grado y Máster en esta materia, y en cambio sí ofrecen estas plazas a graduados en Humanidades, Geografía e Historia, o Periodismo y Comunicación. ¿A qué cree que puede responder esta realidad? ¿Quizá se deba a la falta de información de los propios organismos convocantes sobre los contenidos de los actuales planes de estudios de los Grados y Masters en Gestión Cultural que se imparten en las universidades españolas?
R. Todavía hay la sensación de que para trabajar en el sector cultural cualquiera sirve. Desde sectores muy profesionales, pero nada formados en la especificidad de la gestión cultural, hay reticencias a reconocer la formación como un requisito. Yo creo que tienen toda la información sobre la formación pero no acaban de reconocerla.
P. La UIC inició la impartición del Máster de Gestión Cultural en el curso 2001/2002 y desde el año 2005/2006 usted ha formado parte de su claustro de profesores. ¿Qué valoración le merece la evolución de estas enseñanzas después de ocho promociones salidas de sus aulas?
R. La UIC ha hecho un trabajo magnífico de formación de gestores y gestoras culturales tanto de Cataluña como de otras procedencias. No sólo ha formado académicamente a los alumnos sino que los ha insertado en el mundo profesional siempre que ha podido. El curso de la UIC se ha ido adaptando a los cambios de la sociedad, de la profesión y de los propios alumnos.
P. Desde su experiencia como docente y profesional que ejerce en este campo, ¿qué perspectivas de futuro laboral ve para los jóvenes estudiantes de esta promoción que han decidido estudiar el Máster de Gestión Cultural en la UIC? ¿Qué consejos puede darles para su futuro profesional?
R. Ciertamente la situación no es fácil. En todo caso, sugiero que más que buscar trabajo (un puesto de trabajo) presenten propuestas y proyectos a las instituciones públicas, las empresas privadas y también a las organizaciones sin ánimo de lucro. En el dilema de si especializarse o ser generalistas, creo que gana la primera opción: profundizar y ser los mejores en un tema, pero también estar abiertos a temas o áreas contiguas.
P. A la vista de su amplio currículum profesional y de los numerosos cursos de formación impartidos en distintas universidades y organismos en países Latinoamericanos, ¿cree que existe en estos países una mayor sensibilidad por la Gestión Cultural y que son lugares con interesantes perspectivas de futuro laboral para nuestros estudiantes del Máster?
R. Acabo de regresar de Colombia. Creo que en algunos países de América Latina han alcanzado ya niveles de experiencia, conocimientos, políticas y proyectos similares a los europeos y en algunos temas como la aportación de las políticas culturales al desarrollo de la comunidad, su experiencia y trabajo conceptual supera a cualquier otra iniciativa mundial.
P. De su amplia experiencia como gestor cultural, ¿qué proyecto de los realizados le ha proporcionado más satisfacciones?
R. No es un tópico, pero al terminar cada curso, sentir la satisfacción de la gente me hace feliz. Yo disfruto formando y me dejo la piel en cada clase, y por tanto deseo que la gente así lo sienta. Quiero transmitir pasión por nuestro trabajo.
Alumnos del Máster Universitario en Gestión Cultural exponen sus proyectos finales de la asignatura
Instituciones y Políticas Culturales impartida por el profesor David Roselló Cerezuela.
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P. Para concluir, le pediría al profesor Roselló que nos recomendara aquella obra que considere de obligada lectura para la formación profesional de nuestros alumnos en Gestión Cultural.
R. Siempre he querido que alguien neutral (yo no puedo serlo) haga una lista de los top 10 de la gestión y las políticas culturales. Sugiero, por ejemplo: Colbert, F. y Cuadrado, M. Marketing de las artes y la cultura, Barcelona, Ariel Patrimonio, 2003.