¿Por qué decidiste estudiar el máster en Gestión Cultural de la UIC?
Acababa de terminar Periodismo y quería dedicarme a algo que integrara la comunicación y la gestión cultural, pero no sabía muy bien cómo podía conseguirlo. Estuve mirando muchos másteres en distintas ciudades tanto de España como de Europa, pero al final me decidí por el Máster de la UIC porque su plan de estudios era muy completo y abarcaba todos los aspectos de la gestión cultural, además de formarte tanto teórica como profesionalmente. También me gustó la cantidad y variedad de profesores y que muchos de ellos provinieran del ámbito profesional y no solo del académico.
Desde que comenzaste tus prácticas del máster en el MACBA has tenido una extensa trayectoria profesional, cuéntanos ¿cómo ha sido?
He tenido mucha suerte porque desde que acabé el Máster no he parado de trabajar y sobre todo de conocer a grandes profesionales que me han ayudado a seguir creciendo. Al acabar las prácticas en la Fundació del MACBA me contrataron y estuve allí dos años. Después me mudé a Madrid y trabajé en una galería de arte (Espacio Valverde) y en la Feria de Arte Contemporáneo Estampa como coordinadora durante casi cuatro años. Lo que más me gusta de esta profesión es que siempre estás aprendiendo, nunca dejas de formarte y de conocer gente interesante que amplía tus horizontes personales y profesionales.
Hace poco has emprendido una nueva empresa: Dissidances, ¿puedes contarnos de qué se trata?
Dissidances es un estudio de comunicación y producción cultural. Trabajamos para instituciones y empresas en la realización de estrategias de comunicación tanto offline como online y en el diseño y producción de programas culturales. Acabamos de terminar el proyecto de prensa y comunicación para la feria de arte Hybrid, que se ha celebrado durante la Semana del Arte de Madrid. Por ahora somos dos socios pero la intención es ir creciendo poco a poco.
¿Qué conocimientos consideras haber adquirido en el Máster que influyeron en lo que eres hoy como persona y como profesional?
Muchísimos. Profesionalmente me enseñó a no tener miedo, a no solo imaginar proyectos sino también a realizarlos. Pude conocer distintas perspectivas de la gestión cultural y distintas formas de enfocar el trabajo en el ámbito cultural. Personalmente me quedo con los amigos que hice, muchos alumnos éramos de fuera de Barcelona y estábamos siempre juntos, viajamos y pasábamos los fines de semana haciendo planes.
¿Tienes profesores favoritos que recuerdes?
Recuerdo con especial cariño al profesor Miquel Bastons porque hacía fácil lo que a mí siempre me había parecido dificilísimo. Para alumnos que venimos de itinerarios de letras algunas veces se nos hace muy complicado entender conceptos relacionados con la economía y la gestión de recursos. Miquel Bastons nos ayudó no solo a comprenderlos sino a darnos cuenta de que uno de los pilares fundamentales para que los proyectos culturales salgan adelante es que sean viables económicamente. También recuerdo a la profesora Joaquina Bobes, porque dirigió nuestro Proyecto Fin de Máster. Era muy exigente, pero eso nos ayudó a superarnos y nos enseñó que siempre se pueden hacer mejor las cosas.
¿Sigues en contacto con otros alumni de UIC Barcelona? ¿sabes a qué se dedican?
¡Por supuesto! Sigo en contacto con muchos alumni de mi promoción, en especial con mis compañeros del Proyecto Fin de Máster, somos casi familia. De los cuatro que hicimos el Proyecto Cultural, tres vivimos ahora en Madrid, así que nos vemos todas las semanas y hacemos mucha vida juntos. Hace dos años me casé y vinieron a Sevilla a la boda, tanto ellos como varios compañeros más del máster. Estamos muy unidos y compartimos experiencias personales y también laborales, porque todos nos dedicamos a la gestión cultural.
Acababa de terminar Periodismo y quería dedicarme a algo que integrara la comunicación y la gestión cultural, pero no sabía muy bien cómo podía conseguirlo. Estuve mirando muchos másteres en distintas ciudades tanto de España como de Europa, pero al final me decidí por el Máster de la UIC porque su plan de estudios era muy completo y abarcaba todos los aspectos de la gestión cultural, además de formarte tanto teórica como profesionalmente. También me gustó la cantidad y variedad de profesores y que muchos de ellos provinieran del ámbito profesional y no solo del académico.
Desde que comenzaste tus prácticas del máster en el MACBA has tenido una extensa trayectoria profesional, cuéntanos ¿cómo ha sido?
He tenido mucha suerte porque desde que acabé el Máster no he parado de trabajar y sobre todo de conocer a grandes profesionales que me han ayudado a seguir creciendo. Al acabar las prácticas en la Fundació del MACBA me contrataron y estuve allí dos años. Después me mudé a Madrid y trabajé en una galería de arte (Espacio Valverde) y en la Feria de Arte Contemporáneo Estampa como coordinadora durante casi cuatro años. Lo que más me gusta de esta profesión es que siempre estás aprendiendo, nunca dejas de formarte y de conocer gente interesante que amplía tus horizontes personales y profesionales.
Hace poco has emprendido una nueva empresa: Dissidances, ¿puedes contarnos de qué se trata?
Dissidances es un estudio de comunicación y producción cultural. Trabajamos para instituciones y empresas en la realización de estrategias de comunicación tanto offline como online y en el diseño y producción de programas culturales. Acabamos de terminar el proyecto de prensa y comunicación para la feria de arte Hybrid, que se ha celebrado durante la Semana del Arte de Madrid. Por ahora somos dos socios pero la intención es ir creciendo poco a poco.
¿Qué conocimientos consideras haber adquirido en el Máster que influyeron en lo que eres hoy como persona y como profesional?
Muchísimos. Profesionalmente me enseñó a no tener miedo, a no solo imaginar proyectos sino también a realizarlos. Pude conocer distintas perspectivas de la gestión cultural y distintas formas de enfocar el trabajo en el ámbito cultural. Personalmente me quedo con los amigos que hice, muchos alumnos éramos de fuera de Barcelona y estábamos siempre juntos, viajamos y pasábamos los fines de semana haciendo planes.
¿Tienes profesores favoritos que recuerdes?
Recuerdo con especial cariño al profesor Miquel Bastons porque hacía fácil lo que a mí siempre me había parecido dificilísimo. Para alumnos que venimos de itinerarios de letras algunas veces se nos hace muy complicado entender conceptos relacionados con la economía y la gestión de recursos. Miquel Bastons nos ayudó no solo a comprenderlos sino a darnos cuenta de que uno de los pilares fundamentales para que los proyectos culturales salgan adelante es que sean viables económicamente. También recuerdo a la profesora Joaquina Bobes, porque dirigió nuestro Proyecto Fin de Máster. Era muy exigente, pero eso nos ayudó a superarnos y nos enseñó que siempre se pueden hacer mejor las cosas.
¿Sigues en contacto con otros alumni de UIC Barcelona? ¿sabes a qué se dedican?
¡Por supuesto! Sigo en contacto con muchos alumni de mi promoción, en especial con mis compañeros del Proyecto Fin de Máster, somos casi familia. De los cuatro que hicimos el Proyecto Cultural, tres vivimos ahora en Madrid, así que nos vemos todas las semanas y hacemos mucha vida juntos. Hace dos años me casé y vinieron a Sevilla a la boda, tanto ellos como varios compañeros más del máster. Estamos muy unidos y compartimos experiencias personales y también laborales, porque todos nos dedicamos a la gestión cultural.