Enara, cuéntanos ¿Cómo fue tu proceso de selección de tus prácticas actuales en el CCCB?
El proceso de selección fue sencillo ya que Naghieli Amarista, la coordinadora académica, nos iba mandando nuevas ofertas de prácticas que le ofrecían para nosotros. En uno de esos correos que nos envió, vi que el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), pedía una persona para el Programa Alzheimer del centro.
Antes de presentarme a las prácticas investigué un poco y me pareció una oportunidad única para poder trabajar y sobre todo aprender acerca de programas sociales en museos.
La verdad siempre me ha llamado la atención el trato con personas de diferentes grupos sociales y ya tenía alguna experiencia de voluntariado con ancianos en actividades de teatro y salidas a museos con ellos. Precisamente este fue uno de los motivos por los que mi tutora Teresa Pérez me seleccionó para estas prácticas.
¿Tenías claro qué prácticas quería realizar?
Sinceramente no. Tenía la idea de poder hacer prácticas en algún museo, dentro del tema de comisariado de exposiciones, aunque tampoco estaba obstinada en eso. Cuando Naghieli Amarista nos envió la oferta del CCCB, me pareció un tema muy diferente a lo usualmente visto.
El poder trabajar en el Programa Alzheimer me pareció algo totalmente novedoso y aunque en un principio no estaba dentro de mi idea (eso sí, por desconocimiento), era una oportunidad para formarme en algo diferente que además me resultaba atractivo. Sinceramente si lo hubiera conocido antes lo hubiera demandado seguro.
¿Cuáles son tus funciones y qué es lo que más te gusta de la práctica?
Dentro del centro principalmente me dediqué al Programa cultural para enfermos de Alzheimer, sus familiares y cuidadores. En este programa realice diversas funciones que van desde acompañar las visitas guiadas hasta la creación de contenido para el programa. La verdad es que mis funciones fueron muy diversas, lo que me permitió obtener una noción acerca de diferentes ámbitos, entre los que se encuentra incluso la organización de la propia institución.
Posiblemente las funciones que más me gustaron fueron las dos nombradas anteriormente. Las visitas eran una parte bastante divertida del programa, que permitían interactuar con los visitantes y aprender de ellos viendo el funcionamiento de la misma. Por otro lado, dentro de la creación de contenido, puedo destacar la creación de una actividad o juego, que mi tutora Teresa Pérez me encargó realizar. La verdad es que esa oportunidad de que el Programa Alzheimer llevara a cabo una actividad realizada por mí fue verdaderamente gratificante.
¿Aconsejarías a otros hacer las prácticas? ¿Por qué?
Sí, claro. La realización de las prácticas en una institución tan polivalente, que hace actividades diversas (cine, exposiciones, talleres…), me ha permitido aprender de primera mano el funcionamiento de la entidad cultural. De cara a un futuro, esto me servirá cuando trabaje en el sector. Además, haber formado parte de programas sociales, que poco a poco se van haciendo presentes en multitud de museos, me dio una experiencia en este nuevo campo que no habría podido obtener fuera del CCCB.
¿Qué tips sugerirías a los futuros estudiantes que van a buscar prácticas?
El tip principal que sugeriría es no dejar las prácticas para el último momento, ya que se juntará con la gran carga matérica del curso y no se podrán disfrutar tanto. Por otro lado, también recomendaría tener la mente abierta y leer toda la oferta que se nos brinda, pues nunca se sabe si tendrás la oportunidad de descubrir campos que antes no estaban en tus ideas y obtener no solo un descubrimiento nuevo, sino buenos aprendizajes.