Rosa Trujillo, alumni del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona (promoción 2019-2020), es licenciada en Literatura Dramática y Teatro por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con una trayectoria consolidada en la coordinación de proyectos sociales y culturales tanto en su localidad natal, Ciudad de México, como en Barcelona. Actualmente es doctoranda en Humanidades en la Universitat Internacional de Catalunya.
Empezaste el doctorado tras acabar el Máster Universitario en Gestión Cultural en el año 2020, y recientemente hemos conocido que acabas de obtener una beca…
Sí, justo la semana pasada. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) del Gobierno de México cuenta con un programa de becas para realizar estudios de máster y doctorado en el extranjero. Es una beca muy buena porque cubre los gastos de la matrícula, una manutención mensual y un seguro médico anual. De hecho, es una inversión del gobierno mexicano porque al finalizar el doctorado debo regresar a mi país para impartir cursos o generar proyectos que tengan que ver con mi investigación.
¿Cuál es el tema de tu investigación?
La digitalización y accesibilidad en las Artes Escénicas para públicos de edad adulta.
¿Por qué digitalización y público adulto? ¿Cuáles fueron tus motivaciones para realizar un doctorado?
Tengo bastante experiencia con adultos mayores dando clases de teatro en México y a raíz del confinamiento y la transformación de la cultura a lo digital, me empecé a preguntar cómo podía vincular mis intereses personales con la investigación. Entonces, quise vincular adultos mayores, producción, digitalización, accesibilidad y por ende, visibilizar la brecha digital de la tercera edad que se aceleró con la pandemia. Asimismo, la directora del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona, Marta Crispí, me motivó mucho para que siguiera mi formación académica realizando un doctorado, pero me dijo que debía tener muy claro el porqué, ya que los doctorados no ofrecen más posibilidades de trabajo, sino que permiten seguir en el mundo académico. Alba Colombo, profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y mi asesora, también me sugirió que la investigación no se centrara únicamente en la pandemia, sino que intentara abarcar otras crisis que se han vivido a lo largo de la historia y analizar como la sociedad se ha ido transformando.
Antes de realizar el doctorado, estudiaste también en UIC Barcelona ¿cómo llegaste a cursar el Máster Universitario en Gestión Cultural?
Me interesaba conocer otras realidades, tener la oportunidad de vincularme con otras culturas y conocer el ecosistema cultural de Barcelona. Para cursar el Máster Universitario en Gestión Cultural gané una beca de la Fundación Carolina y eso me dio la posibilidad de venir a Europa y vivir en esta ciudad. Fui muy afortunada porque esta beca solo la conceden a los mejores promedios de Iberoamérica, hay bastante competitividad y se tiene que concursar contra estudiantes de toda Latinoamérica. En mi año (2019-2020) solo se ofertaban dos becas para estudiar en UIC Barcelona.
¿Barcelona también fue una motivación para seguir en el mundo académico?
Me encanta Barcelona. Es muy activa culturalmente en todas las áreas y fue una maravilla conocer a todos los profesores del máster que además son profesionales de la cultura. La formación en el máster me hizo desear seguir en la parte académica y por eso, estuve investigando doctorados de diferentes universidades para quedarme más tiempo.
¿Qué destacarías del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona?
En primer lugar, me gustó mucho la vinculación con las empresas culturales de Barcelona y las visitas formativas que hicimos a museos, galerías e instituciones. Poder hablar con sus trabajadores me aportó un conocimiento que no te lo dan los libros o las clases. Asimismo, conocer a estudiantes de diferentes partes del mundo fue muy enriquecedor.
En segundo lugar, creo que es una formación que puede ser útil tanto para gestores culturales de diferentes áreas como alumnos que ya tienen una trayectoria definida. Es muy importante las clases en comunicación, finanzas, derechos culturales, propiedad intelectual, etc.
Tú ya tenías una trayectoria consolidada como gestora cultural en México, ¿dónde realizaste tus prácticas curriculares?
Las hice en un estudio de grabación de Poblenou, Rosazul Música, pero un mes después de empezar llegó la pandemia de la Covid-19. Yo era asistente de booking y logré coordinar conciertos en directo que después con la pandemia se cancelaron y nos transformamos a lo digital para no morir. Generamos una plataforma de conciertos en streaming llamada El Susurro, en la cual ofrecimos tres festivales por redes sociales donde vinculamos cantautores de Latinoamérica y España. Era necesario estar en contacto con el público encerrado en casa, pero también había que pesar en los artistas y la monetización. Por eso, creamos toda una estructura para adquirir boletos y generar puentes e intercambio con la gente.
¿La plataforma ‘El Susurro’ sigue activa actualmente?
Desde que empezamos en marzo de 2020 no hemos parado y la plataforma sigue en pie hoy en día. Sin embargo, ahora estamos viviendo una época de crisis porque ya no hay tanta necesidad de lo online, pero estoy convencida que los contenidos en streaming y la transformación digital llegó para quedarse porque destruye fronteras.
El Trabajo Fin de Máster es otro de los temas que más preocupan a los estudiantes ¿cuál fue tu tema de TFM?
Crear una plataforma de encuentro entre alumnos y alumni del máster: generar conferencias, continuar con la formación, compartir ofertas de trabajo… De momento está pendiente de realizarse en la UIC.
Has comentado que el Máster Universitario en Gestión Cultural y el doctorado te han permitido trazar comparativas entre Barcelona y México ¿qué diferencias en el mundo de la cultura observas entre estos dos lugares?
México tiene una actividad cultural gigantesca, pero hace falta que los creadores presten más atención a su contexto. Existe una gran centralización y no hay tantos programas sociales que motiven la vinculación entre la cultura y la sociedad. Los gestores culturales deben ser conscientes de la realidad de sus territorios y su contexto. En cambio, en Barcelona hay muchos proyectos sociales impulsados desde las instituciones. Asimismo, he notado que en Barcelona hay una comunidad importante de teatro. De hecho, formo parte de una asociación donde hablamos de lo difícil que es producir un espectáculo de teatro y nos ayudamos compartiendo contactos. Debemos estar más unidos y generar programas que den mejores derechos a los creadores y eso también es un trabajo de los gestores en conjunto con los artistas.
Para finalizar, ¿qué recomendarías a los futuros estudiantes del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona y a los estudiantes de promoción actual 2021-2022?
Primero, vincularse con los profesores e intentar acompañarlos a sus trabajos fuera de las aulas con el fin de tener una mayor inmersión. Segundo, mantener el contacto con los compañeros del máster y tender puentes con el grupo de inglés. Tercero, buscar becas para poder extender la experiencia del máster y ampliar la visión a otras culturas y contextos y finalmente, estudiar catalán si se desea vivir y trabajar en el sector cultural barcelonés.