Juan Daniel Salazar, alumno del curso 2021-2022 del Máster en Gestión Cultural de UIC Barcelona, es un abogado colombiano especialista en derechos humanos y derecho internacional humanitario con una maestría en estudios avanzados en justicia transicional, derechos humanos y estado de derecho.
¿Qué hacías antes de cursar el Máster en Gestión Cultural de UIC Barcelona?
Antes de empezar el Máster era asesor de la Dirección General del Centro Nacional de Memoria Histórica del Gobierno de Colombia como líder del equipo de cooperación internacional y alianzas. Esta entidad se encarga de asistir la reparación simbólica de las víctimas; contribuir al derecho de la verdad, del cual son titulares no solo las víctimas sino toda la sociedad, y contribuir al establecimiento de garantías de no repetición frente al conflicto armado. Mi formación universitaria fue en Derecho.
¿En qué consistía exactamente tu trabajo en el Centro Nacional de Memoria Histórica?
Mi trabajo en el CNMH consistía, por un lado, en buscar recursos financieros o técnicos con diferentes tipos de aliados para apoyar la implementación del mandato misional de la entidad. De hecho, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) estuvo apoyando el desarrollo de proyectos de memoria histórica y archivos de derechos humano en un proceso acompañado por Naciones Unidas y también colaboramos con la Agencia Americana de Cooperación (USAID); la Embajada de Suiza; de Francia y de España, entre otros. Por otro lado, mi rol implicaba la visibilización de la experiencia colombiana en torno al conflicto armado tanto a nivel nacional como internacional. Como parte del ejercicio de mis funciones, por ejemplo, fui nombrado jefe de la delegación de la visita oficial que hizo el gobierno colombiano a Vietnam en el marco de un intercambio cultural con el Museo de la Mujer en el Sur de Vietnam.
El Centro de Memoria Histórica tiene cuatro direcciones principales. En primer lugar, el Museo de Memoria de Colombia que está en un proceso de construcción física y se espera que se inaugure este año en Bogotá. En segundo lugar, la Dirección para la Construcción de Memoria Histórica que trabaja con comunidades de víctimas buscando contribuir a su reparación simbólica, desarrollando talleres de memoria histórica y lenguajes expresivos que usualmente acaban transformándose en un producto como una galería fotográfica, un libro, una canción… Es importante recalcar que los lenguajes expresivos son variados y las víctimas son las únicas que determinan como se sienten reparadas. En tercer lugar, la Dirección de Archivos de Derechos Humanos que trabaja con la recopilación, la conservación y la custodia de todos los archivos relativos a violaciones de derechos humanos y al derecho internacional humanitario en el marco del conflicto armado. Y por último, la Dirección de Acuerdos de la verdad que trabaja con contribuciones específicas a la verdad de paramilitares desmovilizados y se hacen informes para realizar investigación, entre otros…
¿Nos podrías explicar algo más sobre el concepto de Justicia Transicional?
Son un conjunto de mecanismos judiciales o extrajudiciales generados por un estado para hacerle frente a violaciones sistemáticas a derechos humanos en el contexto de una transición con el fin de garantizar los derechos de las víctimas. Es decir, verdad, justicia, reparación y no repetición. Hay dos tipos de transiciones: de conflicto a paz como es el caso colombiano o transiciones como las sucedidas en Argentina o Chile, de dictaduras a democracias.
¿A qué se responde tu giro profesional de abogado a futuro gestor cultural?
No es un giro como tal porque yo no estoy dejando mi formación en derecho atrás, sino que estoy viendo que a través de las herramientas culturales se pueden generar espacios de transformación de conflictos y promoción de derechos humanos. Mi cambio de derecho a gestión cultural se produce a raíz de mi trabajo en el CNMH porque entendí que la reparación simbólica casi siempre se ve materializada en algún tipo de iniciativas que tiene implicaciones culturales.
¿Por qué decidiste cursar el Máster en Gestión Cultural en UIC Barcelona después de tantos años de experiencia laboral?
Aunque cuento con una formación académica y profesional consolidada, sobre todo en temas relativos a justicia transicional y derechos humano, lo que yo buscaba con esta maestría era obtener herramientas prácticas específicas para poder promover estos espacios de transformación de conflictos o de derechos humanos tanto desde el sector público como privado.
¿Hay algo que te haya sorprendido del Máster?
La formación del primer trimestre ha sido bastante variada, muy multidisciplinaria. Las visitas culturales y el contacto con la ciudad es muy importante y por eso vine a Barcelona, pues es un referente cultural mundial. Quería absorber y aprovechar todos estos conocimientos y experiencias en la práctica, no solo en la teoría.
¿Qué es lo que más te está gustando del Máster en Gestión Cultural de UIC Barcelona?
Sin duda es la interacción con la ciudad y las visitas culturales a diferentes equipamientos culturales. No obstante, también me parece sumamente positivo el hecho de tener compañeros que vienen de contextos diversos, tanto de su formación académica como de su experiencia profesional, que se suma al proceso de aprendizaje. Compartir clase, nutrirme de sus aportes y sus perspectivas es maravilloso.
¿Qué quieres hacer después de finalizar estos estudios?
Aún no lo sé. Creo que tengo conocimientos y experiencias que podrían ser valiosas no solo en mi país, sino en otras realidades. Me encuentro abierto a seguir haciendo camino.
Para finalizar, ¿te gustaría regresar a Colombia?
Todo depende de donde consiga un trabajo que llene mis expectativas y donde me sienta útil con todo mi contexto y mis fortalezas. Yo estoy buscando como puedo fortalecer mi carrera sin dejar atrás mi formación de derecho con herramientas nuevas. Creo que este Máster me va a brindar esta oportunidad y va a guiarme en pro de ese objetivo.