Angelo Horngtay Chiu Lee, alumno del curso académico 2021-2022 del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona, es violinista e intérprete. Se graduó en el Conservatorio Superior de Música de Madrid y recibió un Premio de la Fulbright Association para cursar su Maestría en Interpretación Musical por DePaul University. Durante su formación en el Máster, realizó sus prácticas curriculares en el departamento de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) de L’Auditori, equipamiento musical de referencia internacional.
¿Qué hacías antes de cursar el Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona?
Estuve un par de años trabajando en el archivo instrumental de la DePaul University de Chicago y además fui miembro de la Suzuki Association of the Americas, una organización basada en un sistema de pedagogía musical. También tocaba en alguna orquesta como sustituto.
¿Cómo y cuándo te sumergiste en el mundo de la música?
Mi madre cantaba en un coro y por eso, cuando yo era pequeño ella me ponía a escuchar cintas de casette con obras de Mozart y Vivaldi. Más adelante comencé con las clases de violín que, sin estar completamente exentas de rechazo por mi parte, fueron creciendo conmigo convirtiéndose al final en parte de mi rutina semanal. Diría que el momento en el que decidí que quería dedicarme a ello fue cuando tenía dieciséis años. Justo comenzaba a verme más en control con el instrumento y empezaba a entender también toda la parte teórica relacionada con la música. Además, acabé sintiéndome cómodo sobre el escenario; llevar una parte de mí hacia la audiencia es lo que más me ha gustado de ser intérprete
¿A qué responde tu giro profesional de músico a gestor cultural?
Digamos que la pandemia del COVID-19 tiene parte de la culpa. Hacía ya tiempo que pensaba que, al menos, en la industria de la música clásica, había decisiones por parte de directivos de orquestas y de escuelas que no entendían realmente qué producto estaban trabajando. Pienso que la pandemia incrementó esos problemas, afectando a los artistas primeramente, que en muchos casos se vieron desprovistos de ayudas económicas e indefensos ante decisiones empresariales. Aunque es cierto que nadie hubiese podido preverla, el sector siempre ha estado en un gran estado de precariedad, no haciendo total justicia al valor que tienen/tenemos los artistas. De alguna manera pienso que nuestra generación puede cambiar la precariedad del sector, entendiendo mejor cómo funciona el sector cultural y, por ello, decidí cambiar un poco de rumbo y cursar el Máster Universitario en Gestión Cultural.
¿Por qué decidiste cursar el Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona contando con cierta experiencia laboral?
Nunca tuve contacto con aspectos de la gestión como son el marketing, el liderazgo o los temas jurídicos. Aunque son asignaturas tangenciales con otras áreas y algunas de sus características no me son del todo ajenas, poder aprender de ello de una manera más integral ha sido algo que, desde hace algún tiempo, quise hacer. Algo que me han preguntado a lo largo de este máster es por qué no hice un programa similar en Madrid, de donde soy originario. Lo cierto es que estuve barajando varias opciones y pienso que la estructuración de las asignaturas en la UIC y cómo está planteado el plan de estudios fueron algunas de las razones por las que me decanté por hacer el máster aquí. Se podría decir que la curva de aprendizaje está muy bien adaptada para gente que viene de diferentes ámbitos y, en cierta forma, se siente como un relato en el que las piezas de un rompecabezas encuentran su lugar conforme vas terminando el programa.
¿Cómo fue tu experiencia de prácticas en el Auditori de Barcelona?
Siempre tuve el interés de ver cómo funcionan instituciones tan grandes como el Auditori de Barcelona. Por un lado, fue muy gratificante ver a profesionales haciendo posible una programación de conciertos. Es increíble el gran trabajo que conlleva y todo lo que puede llegar a involucrar un concierto de orquesta sinfónica. Por otro lado, estar en esta institución también me dio la posibilidad de ver qué problemas pueden surgir, muchas veces ajenos al propio concierto, pero que tiene el mismo nivel de relevancia. Por lo que he podido observar, se trata siempre de mantener un equilibrio entre muchos factores y parámetros distintos donde nunca existe un patrón definido. Pienso que, en ese sentido, las prácticas me ayudaron a entender que siempre hay que tener una mentalidad abierta y flexible.
¿Qué tareas llevabas a cabo?
Desde el comienzo me asignaron a tareas de contratación y burocracia, gestión de archivo y producción. De archivo ya tenía algo de experiencia por mi puesto anterior, pero de los demás aspectos era la primera vez que los trataba. Es cierto que mi cercanía con el sector ayudó en muchas ocasiones, pero, por ejemplo, en los temas burocráticos, todo fue nuevo para mí. Puede sonar como algo aburrido, pero es necesario porque la gran mayoría de instituciones trata con estos temas. Más tarde me dieron la oportunidad de colaborar en un pequeño proyecto de la orquesta en colaboración con Apropa Cultura.
¿Te sorprendió algún aspecto de este equipamiento musical de referencia en Cataluña?
Si bien me esperaba que la institución recogiese muchos ciclos de conciertos, me sorprendió lo cohesivo de sus propuestas. Creo que han sabido trabajar muy bien su marca en sus diferentes proyectos y que están siendo proactivos con temas de sociedad como el apoyo a comunidades vulnerables o la igualdad de género.
¿Qué es lo que más te ha gustado del Máster Universitario en Gestión Cultural?
Sin duda, las compañeras y compañeros en los dos módulos (castellano e inglés), sobre todo en la ingente cantidad de trabajos en grupo. Creo que haber podido trabajar e intercambiar opiniones con gente de tantos ámbitos distintos tanto artísticos como no artísticos fortalece y amplía nuestra forma de ver la sociedad y el mundo.
¿Qué quieres hacer después de finalizar estos estudios?
En el futuro me gustaría formar parte de alguna organización de gestión de artistas y/o de conciertos, pero pienso que por el momento estaría bien explorar otras áreas. Si he aprendido algo del Máster Universitario en Gestión Cultural y del mundo de la cultura es que no hay que cerrarse a ninguna oportunidad.