Mohammed Elrazzaz es Alumni y profesor del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona. Durante los últimos diez años ha trabajado en la organización Unión por el Mediterráneo, donde actualmente ocupa el puesto de jefe del Área de Desarrollo Económico y Empleo. En esta entrevista Mohammed Elrazzaz nos habla sobre su rol en esta institución, el impacto de este Máster en su carrera académica y profesional y también nos comparte algunas reflexiones sobre la relación entre el arte, la cultura y la economía global. “La innovación y la creatividad pueden con la crisis”.
Podrías describirnos brevemente ¿Qué es la Unión por el Mediterráneo y cuál ha sido tu trayectoria en esta organización?
La UfM es una organización intergubernamental, con sede en Barcelona. que agrupa a 43 países: son los 27 países de la Unión Europea más otros países de los Balcanes, África del norte y parte de oriente medio. Es una organización fundada en el 2008, con la idea de fomentar la cooperación y la integración regional entre sus miembros, entre los países de la región. Nuestra organización trabaja sobre muchos temas o portafolios de prioridad para los estados; entre ellos, por ejemplo: el desarrollo económico, educación, asuntos sociales y civiles, especialmente temas de género; pero también, temas de agua y medio ambiente, temas de energía renovable y acción contra el cambio climático; así como, desarrollo urbano y transporte. Trabajamos sobre muchos temas y son todos temas prioritarios para la región euro-mediterránea.
Yo llevo con ellos desde el 2013. Primero trabajé en el Gabinete, lo que llaman “Cabinet”. Es el Gabinete el equipo personal del secretario general, le ayudamos con temas de investigación, con sus discursos, con sus eventos, con su participación en eventos de otras organizaciones, etc. Luego, empecé a trabajar para la división de Comunicación y Relaciones Públicas y hace seis años formaba parte del equipo de la división de Desarrollo Económico y Empleo, donde trabajo ahora.
¿Cuál es tu principal objetivo en este nuevo cargo?
Ahora soy jefe de sector dentro de la división de Desarrollo Económico y Empleo. La división tiene un jefe que es el Secretario General Adjunto, esta posición es diplomática, tiene que ser un representante de un país: en mi caso mi jefe es un diplomático marroquí que procede del Ministerio de Asuntos Exteriores. Dentro de lo que es la división, ahora soy jefe de sector de Integración Regional, para ser más preciso Integración Económica. ¿Qué quiere decir esto?; que los países de la zona euro-mediterránea son, desafortunadamente, económicamente desmembrados, o sea, la cooperación económica no llega al nivel que todos deseamos. Entonces, para fomentar la integración económica hay que trabajar sobre temas como, por ejemplo, el comercio intrarregional: tenemos que fomentar que los países participen más en intercambiar productos y servicios; tenemos también que trabajar sobre la integración de los mercados financieros; tenemos que facilitar la movilidad de las personas y de los productos dentro de la zona euro-mediterránea; tenemos que crear más empleo y fomentar la movilidad por empleo, por estudios y por investigación; tenemos que fomentar proyectos de infraestructura regional a nivel de transporte: más carreteras, más puertos, más plataformas logísticas, entre otras cosas. Mi trabajo tiene que ver con colaborar con otras organizaciones y con los países mismos para pensar juntos en mecanismos para acelerar esa integración económica que haría que toda la región fuera más resiliente ante las crisis internacionales.
Y dentro de estas industrias que quieren fomentar ¿también tiene un rol importante la gestión cultural y las industrias creativas?
Sí, sin lugar a duda porque la cultura, no quiero decir que es un medio ni una finalidad, pero la cultura es un vehículo. Si la gente entiende, a través de la cultura que compartimos en esta parte del mundo, lo importante que es trabajar para el bien común, imagino que nuestro trabajo sería mucho más fácil.
¿Cómo ves tú la relación entre tu trabajo como profesor de gestión cultural y tus funciones en esta organización, ligadas al desarrollo económico?
Hay muchos aspectos porque, entre otras cosas, yo en la UfM trabajo en un contexto muy globalizado, tenemos compañeros de 15 países y representantes de muchas organizaciones internacionales que trabajan con nosotros, así que ser profesor en UIC Barcelona y de un máster internacional con alumnos de todo el mundo me ayuda mucho a estar acostumbrado a este tipo de contexto. Además, personalmente aprendo muchísimo de las alumnas y alumnos del Máster porque vienen de culturas diferentes, aportan soluciones, aportan ideas, aportan sentimientos y conocimientos; me ayuda a pensar de manera diferente, a ser más flexible, en ser más creativo incluso a la hora de afrontar algunos retos en la región. Como también soy profesor de Patrimonio Cultural y Natural del Mediterráneo, el conocimiento de la región mediterránea me aporta mucho en mi trabajo porque entiendo algunos desafíos y esto me facilita la interacción con los pueblos de la zona en general.
En este sentido, ¿cuál crees que sería una buena práctica para que la cultura sea, como tú decías, un vehículo para el bien común y no solo un intercambio económico?
Algo que he aprendido a lo largo de los años es que la gestión cultural nos ayuda a entender que la cultura no es un sueño o una romantización, no es algo separado de lo que es la economía global. Entonces es muy importante para los gestores culturales entender el valor económico de la cultura. No es solo un vehículo de cohesión social, o de creatividad, innovación y resiliencia; también es un vehículo para crear valor económico. Y es muy importante poder demostrarlo a los políticos porque es su manera de tomar las decisiones, tienen que ver las repercusiones las políticas culturales sobre la tierra, sobre la gente; y es muy importante entender este vínculo entre lo que es un producto cultural y lo que es el mercado general.
Acerca de la interculturalidad con la que estas constantemente en contacto, tanto en la organización como en el aula, ¿Cuáles dirías tú qué son los retos y los beneficios de estos ambientes con tanta pluralidad cultural?
Bueno, los beneficios son muchos. Personalmente yo aprendo mucho, también cuando era alumno de este mismo Máster aprendí muchísimo de mis compañeros: trabajando en grupo sobre el proyecto final, sobre algunos trabajos en clase, en el contacto con los profesores: aprendes mucho. No solo trabajando y haciendo el ejercicio o la investigación sino también de sus compañeros y compañeras porque tienen maneras diferentes de asociar cosas, de interpretar algunos datos, de aportar. Pienso que es uno de los beneficios y las ventajas más grandes de este Máster Universitario en Gestión Cultural que ofrece UIC Barcelona. Además, no estamos hablando de gente solo de Europa, y por lo que he visto en Europa la educación normalmente es muy eurocéntrica, entonces cuando tienes un máster internacional de verdad, con alumnos y profesores de otros continentes, esto abre el abanico y mucho. Aprender no solo de otra gente de Europa sino de todo el mundo. Claro que hay desafíos porque a veces estas diferencias entre culturas, entre maneras de sentir, de entender el mundo o de hacer el trabajo: a veces se puede generar tensión, pero pienso siempre que esto está incluso bienvenido porque la interculturalidad es una oportunidad también para aprender. Intentar escuchar, entender y abrirse al otro. Al final depende de cada uno y también depende de cada profesor, cómo lo fomenta o no en el aula, pero por lo he visto en este máster precisamente el ambiente es ideal para que la gente aprenda y que haya que llamamos “lateral learning”; aprender no solo de los profesores sino también de los compañeros.
Para cerrar, ¿algún consejo que quieras dejar para los alumnos y Alumni de cursos pasados?
Para los alumnos del último curso y de todos los cursos, es un consejo global: Hay que leer todo lo que podáis. Leer te abre muchísimas ventajas, hay que informarse siempre porque vivimos en la edad de la modernidad líquida. Todas las estructuras económicas, sociales, culturales y políticas se forman y desaparecen tan rápido que no podemos llegar a todo. Entonces hay que mantenerse siempre informado, seguir lo que está pasando por el mundo porque como alumnos de humanidades, como gestores culturales, lo que más nos obsesiona es la condición humana. Entonces hay que saber qué está pasando con el mundo, hay que informarse, hay que leer, hay que abrirse a otras formas de expresión: nuevas formas de arte, de música, de todo. No hay que tener miedo y confiar en nuestras posibilidades para sacarlo hacia adelante.
¿Y para los futuros alumnos del Máster Universitario en Gestión Cultural de UIC Barcelona cuál sería tu mensaje?
En primer lugar: Bienvenidos. Siempre nos hace mucha ilusión tener a alumnos de todo el mundo porque así todos aprendemos. Llevo casi 11 o 12 años como profesor y la verdad es que cada año veo lo que aprendemos todos, entre alumnos y profesores y es tremendo. El valor añadido de este máster es grande. Yo conozco a muchos alumnos y alumnas de años anteriores que ya han montado su propio negocio o que ya son gestores culturales en algunas instituciones o museos reconocidos. Así que hay potencial, el potencial es enorme. Sobre todo ahora en tiempos de crisis global: la innovación y la creatividad pueden con la crisis. En tiempos así, muy difíciles y de crisis económica, necesitamos a gente creativa, a gente con valor y con conocimiento, y con el deseo de realmente cambiar las cosas.